Las estrías son un tema que preocupa a muchas mujeres. De hecho, se trata de unas líneas de color blanco y marrón que aparecen en la piel cuando ésta se estira demasiado. Esto, generalmente, sucede como resultado del aumento o pérdida rápida de peso, el embarazo o la pubertad.
Muy a menudo las personas creen que la única forma de tratar las estrías es mediante tratamientos externos, pero lo cierto es que hay una forma más efectiva para ayudar a prevenirlas: una dieta saludable.
Establecer un patrón alimenticio nutritivo con alimentos ricos en minerales y vitaminas es clave para combatir las estrías en la piel. La alimentación balanceada y las frutas y verduras son imprescindibles para mantener la salud de la piel. Esto significa comer alimentos como frutas y verduras ricas en vitamina E, calcio, magnesio y zinc también ayuda a conservar la elasticidad de la piel.
Además, beber mucha agua es fundamental para mantener hidratada la piel desde el interior. Así que asegúrate de mantenerte bien hidratada, tomando por lo menos dos litros de agua por día.
Las mujeres modernas a menudo sufren estrías como resultado de una rápida pérdida de peso, estrés o cambios en el nivel hormonal. Son estas líneas finas y marcas visibles que recorren la piel, caracterizadas por su color blanquecino o rosáceo.
La nutrición es la clave para minimizar la aparición de estrías. Para ello, se debe consumir una dieta equilibrada y variada que incluya alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales. Estos nutrientes son necesarios para promover la producción de colágeno y elastina, dos proteínas fundamentales para mantener la elasticidad y firmeza de la piel.
Las proteínas tienen un papel importante para evitar que la piel se estire demasiado. Hay que incluir carnes rojas magras, aves, pescados como trucha o salmón, lentejas y frutos secos en la dieta diaria. Las fuentes más ricas en proteínas son el huevo y el queso cottage.
También es importante abastecerse de vitaminas A, C y E para nutrir la piel desde el interior. Las frutas cítricas como limones, naranjas y mandarinas son una excelente opción para obtener vitamina C. Las verduras de hojas verdes también contienen grandes cantidades de vitamina K y ácido fólico, que son responsables de regenerar la producción de colágeno natural de nuestro cuerpo. Finalmente, las legumbres (guisantes, lentejas) y los frutos secos ofrecen grandes dosis de vitaminas A y E.
Además, los alimentos ricos en hierro y zinc tienen un papel clave en la prevención del daño celular y mejora del tono de la piel. Los alimentos con alto contenido en hierro incluyen carnes rojas magras como ternera o pollo sin piel, frijoles negros y tofu. El zinc se encuentra en camarones, ostras, nueces y semillas de calabaza.
En resumen, para reducir el riesgo de desarrollar estrías es recomendable mantener una dieta balanceada con altas cantidades de proteínas y vitaminas que favorezcanación del colágeno así como los minerales hierro y zinco para prevenir el daño celular a la piel. Asimismo conviene llevar a cabo un control en las dietas destinadas a bajar de peso ya que aquellas muy estricts o mal balanceadas aumentan el riesgo de aparecimiento de estrías.